*** LORENA ROS

14 noviembre 2003

{El roce}


Ahora me encuentro en un bar, como el Schilling, bohemio, clásico y buena música. Estoy sentada mirando hacía la ventana, me encuentro rodeada con unas amigas que no conozco y con <¡>, en total 5 personas. Me aburre la conversación, voy fumada y poco a poco me voy apartando de ella, voy contestando desinteresadamente y me pongo a observar la gente. ¿Sabes que a veces pasa que piensas en nada?, pues eso pensaba yo. Me aburro y empiezo a jugar con el móvil de <¡>. Es un “Sony-Ericson”, un móvil de gran tamaño, rectangular, gris y marrón, tiene tapa para tapar las teclas, que son alargadas y difíciles de pulsar.

Suena el móvil, es polifónico, se lo digo ya que no lo sabía. Sigo jugando con el móvil, dándole vueltas y continuo observando la gente de la calle, como una cámara de filmar, sin pensar nada aparentamente, mientras me sigo tomando mi café. Entonces <¡> va a coger el móvil y sin darse cuenta da a mi mano, que yo la tenía al móvil. Un roce. Voy apartando mi mano cuidadosamente. Todo va lento. Un simple roce, hace que el ruido se vaya y venga el silencio y la gente se aleje menos nosotr@s...y ella se me queda mirando, muy sorprendida. Mientras yo he apartado mi mano suavemente de la suya y del móvil. Y nos seguimos mirando.